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lunes, 31 de enero de 2011

Todo arrasado, todo quemado


'Todo arrasado, todo quemado' fue calificado como «acontencimiento literario del año» el pasado 2010. Su autor, el canadiense Wells Tower, articulista del New Yorker o el Washington Post entre otros, lanzaba con esta obra su primera recopilación de relatos cortos en un volumen que en nuestro país ha sido publicado por Seix Barrall (rústica, 18€).

Os puedo jurar que no me compré este libro por el hecho de que en su portada apareciese un -tópico- vikingo (aunque, aficionado como es uno a la antigua cultura nórdica, sin duda una cubierta así llama la atención). Realmente fue por medio de una recomendación que me hice con este libro de cuentos, nueve para ser más exactos, que ha recibido galardones y excelentes críticas de los analistas literarios, así como citas en todos los medios destacando su genialidad. A tal punto llegan los elogios que al autor se le compara nada menos que con Carver, Hemingway, Cheever, Salinger o Twain.

Pues bien, admito que yo no he leído, por ejemplo, a Raymond Carver, pero sí diría que el talento de Tower dista mucho de algunos de los nombres arriba expuestos. Es más, iluminar su debut a tal grado me parece una completa osadía. Una cosa es que sus pequeños cuentos también tengan por protagonista a personajes sin rumbo, «hombres y mujeres a la deriva confundidos por la época contemporánea», y otra muy distinta que su capacidad de transmitir la fuerza del carácter mundano se equipare a una medida semejante a la de grandes autores ya clásicos.


No acostumbro reseñar por aquí las lecturas que salen de mi reconocidamente género favorito (y temática del blog en definitiva), a pesar de que no hay muchas vertientes a las que me cierre. Cuando lo hago es porque, para bien o para mal, un determinado título me parece que destaca bastante para dedicarle unas líneas. En el caso de 'Todo arrasado, todo quemado' lamentablemente es con un matiz negativo, sobre todo porque me incomoda sobremanera dejarme llevar por la corriente de una unánime opinión positiva que luego resulta no cumplir las expectativas de ningún modo. Quizá alguno de vosotros lo ha leído y se esté echando las manos a la cabeza por lo que digo, pero para mí este compendio de relatos de carácter fatalista ha sido una completa decepción.

En general, me atraen las historias acerca de antihéroes y perdedores; personajes que tienen que luchar para abrirse camino y de ese empuje contra las adversidades obtienen el verdadero encuentro personal. También la modalidad del cuento se halla entre mis favoritas, pues me parece el formato idóneo para expresar con pocas palabras, pero no necesariamente con una extrema sencillez, historias que nada tienen que envidiar a la forma novelada o a otros modos que ocupen cientos de líneas. Entonces, ¿qué es lo que le falla, desde mi punto de vista, a esta prometedora selección de relatos que tan aclamadamente se nos ha presentado? Para mí, en primer lugar, es que esos pequeños fracasos cotidianos que nos narra en sus páginas alcanzan tal grado de realismo que no van más allá de las miserias del día a día, llegando a ser la mayor parte de los casos tan absurdos, sucios y faltos de interés que resultan totalmente prescindibles. Es decir, ¿realmente había algo que contar? Digamos que cuando leo cosas de este tipo comprendo de inmediato mi preferencia por la ficción.

Por otro lado, yo no creo que esta serie de relatos cortos se adscriba demasiado bien al formato propiamente dicho del cuento. Practicamente todos tienen un final tan excesivamente abierto que es como si el autor se hubiera cansado de continuar la historia y decidiera pasar sin más al siguiente de sus anodinos capítulos. Todo cuento, que yo sepa, debe tener una introducción, un nudo y un desenlace. Pues Wells Tower directamente se salta la última parte y decide, no ya que sea el lector quien extraiga sus propias conclusiones, sino que se las apañe para componer, si es que es posible, cómo continúa aquello. Vale, el experimento podría funcionar en parte, y ser incluso considerado hasta original, si se diera ese golpe de gracia, esa llama de comprensión que caracteriza a esta modalidad narrativa. Pero cuando la mayoría de los capítulos te dejan, básicamente, con la palabra en la boca, la sensación que suscita es más bien la mala leche. Nadie habla de una moraleja ni un cierre perfecto de los cabos abiertos, pero sí al menos un final que aporte algún sentido a lo leído.

Tampoco me satisface la forma pretendidamente provocadora con la que el joven autor se expresa en sus relatos, ni el crudo e impertinente lenguaje empleado por medio de sus personajes en éstos. Hoy día ya está superado el tener que recurrir a términos desagradables, a veces tan gráfica e innecesariamente soeces que hasta dan ganas de saltarse de línea, para ser transgresor. Sus descripciones del entorno, además, exudan tal aire de fatalismo que llega a cansar ese estilo repetidamente deprimente. De igual forma, no le veo la vena humorística que se le asocia; debe de ser que la mezquindad diaria me resulta más aburrida que ocurrente. Es cierto, al menos, que se deja leer bien, pero llegado un cierto punto casi parece el único aliciente para llegar cuanto antes al final.

Sin destapar más de lo debido, tenemos la historia de un marido infiel pillado que trata de encontrar la inspiración en una espantosa casita en la playa (La costa marrón), la de dos hermanos que se llevan a matar, a cual más odioso por cierto, que deciden pasar unos días juntos en la montaña (Retiro), la de un inventor fracasado con un padre que padece alzheimer (Ejecutores de energías importantes), un divorciado que le hace un difícil favor a su ex-mujer para ganarse su agrado (A través del valle), un niño acomplejado que detesta a su padrastro (Leopardo), un jubilado que pasa el tiempo espiando a su vecina (El ojo tras la puerta), un par de adolescentes haciendo chorradas (La América salvaje), un joven feriante que no sabe qué hacer con su vida, mezclado con un caso de pederastia (En la feria) y un vikingo algo atípico que prefiere la tranquilidad de su hogar a echarse a la mar para hacer el vándalo (Todo arrasado, todo quemado). Curiosamente este relato que da nombre a la totalidad del volumen es al que la crítica regala menos alabanzas y que a mí, en cambio, no me ha parecido una sandez tan grande como el resto, pese a ciertos detalles descriptivos de incontenible brutalidad.

Sinceramente, yo no le he encontrado a este conjunto de cuentos ninguna de las virtudes que se le atribuyen, ni el ingenio que se otorga a su escritor gracias a esa supuesta agudeza al retratar la condición humana. Es más, me sorprende que éste, su primer trabajo, haya sido tan laureado. Pero en fin, no voy a deciros que os ahorréis su lectura; imagino que tanto juicio positivo habrá de tener su fundamento, aunque desde luego yo no se lo he visto.

domingo, 23 de enero de 2011

Furia de Titanes


Con pocas ganas de salir la pasada noche, tocaba sesión tranquila de cine en casita. En mente: alquilar 'La red social', de la que me han estado dando la murga bastante en los últimos meses (lo dice uno de los pocos osados que aún no ha sucumbido al facebook), pero resulta que no sale hasta febrero. Plan alternativo..., ¿qué ver? Anda mira, pues sabiendo que probablemente me van a estafar los 3,50€ que cuesta sacarla, vamos a llevarnos 'Furia de Titanes', que en su día la dejé pasar en cines deliberadamente por aquello de considerarlo carnaza de blockbuster o, todavía peor, de Antena3 un sábado por la tarde, pero en este momento no parece mala opción. Influido, como es lógico, por artículos de opinión poco prometedores que leí cuando fue estrenada, ya iba con la idea de ver una patochada palomitera, pero total, tampoco le pedía más a esta noche; pasar un rato ameno, de esos de no pensar mucho, para ser sinceros. Pero oye, será que como no se hace larga (apenas pasa de los cien minutos de duración) y salen muchos monstruos molones, paisajes atractivos y, sencillamente, distrae, pues daré la noche de cine por apañada. Seguramente mi relativa indulgencia con esta cinta se debe a que me encanta la mitología clásica y que no son muchos los productos cinematográficos que tenemos actualmente de este género; así en su favor hay que reconocer un logrado diseño de los seres fantásticos que aparecen y una gran utilización de los efectos especiales. Ahora bien, si hablamos del guión, los diálogos o la desenvoltura de los personajes, ahí ya... Pero bueno, vayamos por partes.

La película es una adaptación libre del mito del héroe griego Perseo. Antes que nada, por si alguien no está muy metido en el tema, hay que decir que la historia de Perseo es una maravillosa leyenda sobradamente a la altura para crear un grandísimo film de aventuras. En realidad, la mayoría de los mitos grecorromanos cumplen esta premisa. Pero claro, las cosas hay que hacerlas -como en cualquier otro campo- con acierto, gusto y buena intención. Si bien lo que nos ofrece su director, Louis Leterrier, se aleja lo suyo del mito originario (aunque no menos de lo que estamos acostumbrados a ver, así que digamos que ese no es el principal fallo) no termina de atrapar al espectador y se queda en una obra algo insípida y carente de la emoción que podría llegar a exprimir de la excelente materia prima de que disponía, resultando en una dramatización muy plana y poco exigente. Hay que aclarar que en realidad esta versión se trata de un remake del Clash of the Titans que ya filmó Desmond Davis en 1981. No he llegado a ver esta versión anterior, de modo que no me permitiré opinar si es mejor o peor que aquella, o si le guarda fidelidad argumental (aunque tengo entendido que le hace un guiño con el buho mecánico que aparece al principio), aunque el mero paso del tiempo debería darle ventaja a sus efectos especiales comparándolos a los de Ray Harryhausen de entonces.


Con el mito como dúctil referencia, la película nos cuenta el modo en que Perseo (hijo del dios Zeus y de Dánae, la mujer del rey de Argos) se convierte en una pieza clave en la época que la relación entre los dioses del Olimpo y los humanos zozobra. La ingratitud de los hombres, creación de Zeus, para con los dioses, que en el fondo necesitan de las plegarias de estos para dar pábulo a su inmortalidad y no ser olvidados, constituye el origen del drama. Acrisio de Argos encabeza esta rebelión contra el estamento divino y como castigo Zeus posee a su mujer, que acaba por engendrar al pequeño Perseo. Entonces el monarca de Argos arroja a ambos al mar dentro de un cofre. Por su naturaleza de semidiós, Perseo sobrevive, siendo recogido por un humilde pescador y su esposa.


Pasan los años hasta que un día, navegando junto a las costas de la gran ciudad que le vio nacer, Perseo presencia la destrucción de una colosal estatua de Zeus por las tropas de Argos. El episodio desata la ira de Hades, la cual causa a su vez la muerte de la familia adoptiva de Perseo, que jura venganza ante el dios del inframundo. El mismo Hades impone a los actuales gobernantes de Argos la sumisión por medio del sacrificio de su hija, la bella Andrómeda, en un plazo hasta el próximo eclipse de sol, so pena de liberar al Kraken, una criatura terrorífica que provocará la ruina absoluta de la ciudad. Para poder someter a los hombres a estas condiciones, antes ha inducido el rencor en su hermano Zeus con palabras engañosas, esperando que las súplicas de la humanidad aumenten sus propias fuerzas para suplantar el liderazgo del Olimpo. En Argos, conscientes de la presencia entre ellos de un hijo de Zeus, imploran a Perseo que emprenda una búsqueda para salvarles de la amenaza que se cierne sobre la ciudad y sobre Andrómeda. Renuente al principio, el joven héroe acepta finalmente su destino.


No voy a cebarme en una crítica destructiva de la película, porque como he dejado ver antes, debo admitir que me ha entretenido, de hecho, más de lo que pensaba inicialmente. Sin embargo, la sucesión de la acción sin excesiva coherencia y de forma atropellada, la reducción de los diálogos a sus formas más simplistas y una interpretación no especialmente trabajada, le restan muchos grados de solidez a su argumento.

Podemos decir al menos que el uso de escenarios fantásticos que se combinan bien en la acción (se ha rodado en lugares tan dispares como las islas Canarias o Etiopía, entre otros) así como la recreación de las criaturas mitológicas, son su principal punto fuerte. Pero aunque Leterrier nos presenta un amplio abanico de estas últimas, no todas pertenecen al mito de Perseo y las que sí forman parte de él lo hacen bajo una forma un tanto travestida. Así que tenemos a una especie de arpías o gárgolas, al magnífico pegaso (¿de color negro?), el kraken (supongo que se querían referir al monstruo marino Ceto), las grayas (creo que aquí son las nornas por asociación, y ademas, si comparten el único ojo que tienen, ¿por qué no también su único diente, según se decía de ellas?), a Caronte (de este sí me convenció la caracterización) y, cómo no, a una Medusa -sin sus hermanas gorgonas- con físico de naga, a la que se espera con impaciencia desde los primeros minutos de metraje. Otra bichería variada figura por ahí sin mucho fundamento, como los escorpiones gigantes y los extraños djinns del desierto, que sueltan un tufo a lo Star Wars que echa para atrás, pero que tienen su gracia. En cuanto a la ambientación, discurre de frondosos bosques a áridos desiertos, recalando por el Inframundo, el Olimpo celestial o la fabulosa ciudad de Argos a la usanza de las polis griegas.


Por otra parte, me habría gustado que los dioses dieran un poco más de juego, pues se centran en el conflicto Zeus-Hades (fuera de lugar si revisamos la historia de Perseo), dejando de lado por completo a otros tan importantes como Poseidón, Atenea o Hera. Comentarios aparte en cuanto a su vestimenta con esas armaduras resplandecientes que no casan mucho con la imagen clásica deseable (y esto es extensible a la indumentaria general que emplean todos los personajes). Se representa, eso sí, la típica concurrencia del Olimpo frente al mundo terrenal representado como un tablero sobre el que las deidades manejan a la humanidad cual simples peones (que tanto me recuerda al Populous), inspirando una reflexión sobre el libre albedrío de los hombres.


Si pasamos al apartado de las interpretaciones, vemos que el elenco contiene nombres muy conocidos: Liam Neeson que encarna al -no tan todopoderoso- Zeus, Ralph Fiennes de un metamorfoseante Hades, y como protagonista el inexpresivo Sam Worthington, que compruebo sigue actuando con ciertos aires de chulería torera. Perseo no se merecía eso. Creo que lo dije con Avatar y me reafirmo: lo siento chico, aún no te he visto en un sólo papel realmente convincente; pero tú sigue intentándolo. El recientemente fallecido Pete Postlethwaite ejerce el correcto rol de padre adoptivo del héroe. Por su lado, los papeles femeninos los ocupan dos féminas tan guapas como sosillas; Gemma Arterton (haciendo de Ío, un personaje totalmente sacado de la manga y ajeno a la leyenda, que además nos traiciona sobre su supuesta condición) y Alexa Davalos (Andrómeda). Me pareció curioso encontrar a Polly Walker (Atia de los Julios, en Roma), muy desmejorada por cierto -ya antes del gélido toque de Hades, me refiero. En una producción marcada por el tono épico y el viaje, tenemos también al típico grupo de acompañantes del héroe (Jason Flemyng entre ellos) cuya finalidad es ir cayendo como moscas según pasan los minutos, considerando que el ritmo de la acción se mantiene constante. ¡Ah, y por supuesto, no podían faltar Pili y Mili! Es decir, el típico dúo que aparentemente está ahí para hacer la aportación cómica, y que resulta tan innecesario en este caso que ellos mismos parecen darse cuenta, abandonando sin más su intervención a media película.


Podría llenar líneas y más líneas con todos los puntos sobre los que el argumento se da de tortas con el mito. Pero al fin y al cabo, quedan como un cúmulo de curiosidades que posiblemente les resbale bastante a quienes no interese la mitología. Uno de los más sorprendentes es volcar la inevitable relación amorosa en la figura de Ío, quedando en cambio Andrómeda fuera de este contexto. También la guerra entre el dios del rayo y el del inframundo está de más. De hecho, en la epopeya de Perseo, las deidades que aparecen -Atenea y Hermes, por mediación de Zeus- toman partido directamente en favor del héroe, concediéndole determinados objetos valiosos para su misión. Incluso Perseo se hace con el casco de Hades, que le permite volverse invisible, y si vuela es gracias a unas sandalias aladas, no a la ayuda de Pegaso, aunque es cierto que este aparece en la historia. Uno de mis capítulos preferidos del mito, el modo en que Perseo vence a Medusa, aunque plasmado en esencia, no está correctamente desarrollado. En fin, a ratos me daba la impresión de estar viendo un refrito de distintos pasajes mitológicos; un poco de Heracles por aquí, una pizca de Ulises por allá, algo de Jason y los Argonautas, etc.


En todo caso, creo que con lo que me siento más molesto es con uno de esos finales de los que toman al espectador por estúpido perdido y que, directamente, contradice todo lo que ha venido anunciando desde el comienzo de la película acerca de la predestinación, del carácter trágico y el fin funesto del héroe clásico. ¿Se diría que con este film se me ha caído del todo un mito? No, pero simplemente creo que se trata de una adaptación muy mejorable a la que le ha faltado cuidar bastantes aspectos fundamentales. Le doy un aprobado y porque hoy me pilla de buen humor.

jueves, 20 de enero de 2011

Novedades Enero 2011

Primer resumen mensual de lanzamientos de 2011, que esta vez no viene especialmente cargado pero trae varias cosas sin duda llamativas. En literatura fantástica, nos encontramos con la continuación de entregas ya consolidadas junto algunos títulos y sagas de nueva aparición (especial interés a ese 'Orm el Rojo', el volumen de corte más histórico dentro de esta pequeña selección). Por su parte, en la sección de cómic, hay que destacar (además del tocho de Conan) la salida del cuarto tomo integral de 'Gil Pupila', no confirmado hasta última hora, con el que nos despedimos de la magistral obra de Tillieux, así como la simpática obra del versátil Oscar Martín, que gracias a la editora que ha puesto en marcha ya está a la venta en su web y tiendas especializadas.

El mes viene vacío en estrenos de cine del género; ni una sóla proyección directamente relacionada con las aventuras, la fantasía o la animación. Sin embargo un curioso documento histórico sobre uno de los míticos cantares de gesta europeos se asomará tímidamente estos días a las salas de cine. Y en cuanto a juegos, aunque algunos ya conocéis que -muy a mi pesar- no soy jugador habitual de rol, he querido resaltar un par de recientes creaciones, totalmente made in Spain, por su atractivo y el entusiasmo que sus respectivos equipos de diseño han puesto en ellos (no dejéis de fijaros en esas Aventuras en la Marca del Este, de las que tanto se está hablando en la red).

¡Que las disfrutéis y hasta las novedades del mes que viene!

--Literatura Fantástica--

Los Cien Mil Reinos
de N. K. Jemisin


Editorial Minotauro
Formato: rústica con solapas, 346 páginas
Fecha de publicación: 13/01/11
P.V.P. 18,00€

«El fascinante debut de Jemisin atrapa al lector desde el comienzo mismo: es una historia compleja y emocionante, repleta de giros agridulces.» (Publishers Weekly)
«Mi nombre es Yeine, y aunque tan sólo tengo diecinueve años, soy la baronesa de Darr. Hoy he sido llamada a palacio por Dekarta Arameri, que es mi abuelo y también el monarca de los Cien Mil Reinos, protegido y designado por el propio Padre Celestial, nuestro Dios.

Una vez hubo tres Dioses, pero dos de ellos murieron, o eso es lo que nos dijeron. Se dice que los descendientes de Darr llevan en su sangre un secreto que se remonta a aquella lejana época en que los tres dioses caminaban entre los mortales.

Quizá mi abuelo me haya llamado para tenerme a su lado como capricho, o quizá quiera presentarme en la corte real para unirme en matrimonio de conveniencia. Quizá quiera revelarme ese secreto de sangre, aunque me temo que saberlo, según los libros sagrados, equivale a estar muerto.»

La joven Yeine de Darr, una exiliada del bárbaro norte, tendrá que sobrevivir a la intriga, la traición y la pasión en Los Cien Mil Reinos. Pero al morir su madre en extrañas circunstancias, es convocada a la majestuosa ciudad del Cielo. Allí, para su asombro, descubre que es una de las posibles herederas al trono. Pero la corona de los Cien Mil Reinos no es un premio fácil de conseguir y Yeine se ve implicada en una cruenta lucha por el poder.


Cadena de fuego
La Espada de la Verdad /18
de Terry Goodkind


Editorial Timun Mas
Formato: cartoné, 399 páginas
Fecha de publicación: 13/01/11
P.V.P. 22,00€

Con Cadena de Fuego, se alcanza la decimoctava entrega de una de las sagas de fantasía de mayor éxito de todos los tiempos.
En su búsqueda de Kahlan, Richard viaja a las Fuentes del Agaden para pedir ayuda a la bruja Shota. Pero la información que obtiene resulta tan enigmática que no parece que vaya a serle de ninguna utilidad. Y el precio que ha de pagar por ella es muy alto.

Desesperado, con Zedd, Ann y Nathan insistiéndole para que se reúna con el ejército y se enfrente a Jagang en lo que podría ser la batalla definitiva, Richard está a punto de abandonar.

En un último intento desesperado por averiguar la verdad, Richard huye del Alcázar del Hechicero en busca de respuestas a la enigmática información que le dio Shota. ¿Qué es la Cadena de Fuego? ¿Qué es la Profunda Nada? ¿Qué simboliza la víbora con cuatro cabezas?


El Código de Medianoche
de David Whitley


Editorial Timun Mas
Formato: rústica con solapas, 316 páginas
Fecha de publicación: 11/01/11
P.V.P. 18,00€

Entre el thriller y la fantasía, El Código de Medianoche es la nueva apuesta juvenil de la editorial para el presente mes.
En la ciudad de Ágora todo puede comprarse y venderse. A Mark lo ha vendido su padre después de que de casi toda su familia muriera; y Lily, huérfana de nacimiento, ha hecho un trueque por su vida. Unidos por azar en la vieja torre del conde Stelli, un astrólogo, se enfrentan a una existencia llena de pobreza y servidumbre. A menos que encuentren una manera de escapar.

Algo oscuro se esconde en Ágora, algo que el Código de Medianoche predice y que puede acabar con la amistad de Mark y Lily. ¿Podrán sobrevivir a la traición que les espera y descubrir el oscuro secreto que los une? ¿Qué augurios encierra el Código de Medianoche?


Orm el Rojo
de Frans G. Bengtsson


Editorial Edhasa
Colección Narrativa Histórica
Formato: cartoné con sobrecubierta, 680 páginas
Fecha de publicación: 15/12/10
P.V.P. 36,00€

Frans G. Bengtsson se convirtió en un punto de referencia ineludible de la literatura escandinava, y al tiempo de la narrativa de tema naval, con esta poderosa saga épica en la que pone de manifiesto un extraordinario conocimiento de la vida, las costumbres, las creencias y los códigos de los vikingos.
Capturado en su aldea siendo todavía un niño, Orm no tarda en convertirse en un vikingo respetado por su audacia y valor en los saqueos en que participa, pero cuando desembarca en Al-Andalus, donde es hecho prisionero por los árabes, descubre un mundo nuevo por completo. Y nuevas experiencias le esperan todavía en Irlanda, donde entra en contacto con una religión con la que no puede sino chocar frontalmente.

A través delas estimulantes aventuras de Orm el Rojo, dominadas tanto por la violencia y la brutalidad como por la espiritualidad y el afán de conocimiento, el autor va trazando un colosal fresco histórico de la Europa del siglo X.


El guerrero elfo
Crónicas de Dracontrand /1
de Francisco de Paula Pérez de la Parte


Editorial Montena
Formato: rústica con solapas, 288 páginas
Fecha de publicación: enero 2011
P.V.P. 14,95€

Un libro de género fantástico, al más puro estilo “tolkiano”, que gustará sin duda a los lectores más jóvenes ávidos de aventuras, elfos y guerreros. Galardonado con el Premio CajaGranada de Narrativa Juvenil 2010.

Èlan está destinado desde su nacimiento a hacer grandes cosas. Su padre, descendiente de la casa imperial y embajador de los elfos para el Gobierno Unificado Multirracial, tiene la esperanza de que el chico siga su camino y se convierta en un miembro importante de la diplomacia de Dracontrand; que contribuya a mantener la paz entre elfos, humanos, gnomos, halfling y enanos. Sin embargo, un adivino le vaticina al poco de nacer que su camino transcurrirá en otra dirección… una que le llevará oscuridad pero también gloria: una que le convertirá en guerrero.


El mapa de todas las cosas
Terra Incógnita /2
de Kevin J. Anderson


Editorial Mundos Épicos
Colección Serie Épica
Formato: rústica con solapas, 496 páginas
Fecha de publicación: 25/01/11
P.V.P. 20,00€

Continúa la saga de fantasía épica escrita por Kevin J. Anderson que trata sobre barcos de vela, una terrible cruzada, monstruos marinos e islas inexploradas.
Una época de descubrimientos...
Un viaje hacia la gloria...
Una guerra para acabar con todas las guerras...

Después de terribles atrocidades cometidas por ambos bandos, la guerra entre Terra y Uraba se ha extendido e intensificado, dividiendo al mundo conocido. Lo que comenzó siendo una serie de escaramuzas se ha convertido en una auténtica cruzada. Ahora que el líder de Uraba, el Soldan-Shah Omra, ha conquistado las ruinas de la ciudad de Ishalem, sus equipos de trabajo descubren un antiguo mapa en una bóveda subterránea, una reliquia sagrada que podría guiar a sus valientes exploradores hasta la misteriosa Llave de la Creación.


--Cómic--

Conan y Belit Integral
de Roy Thomas (guión) y Jhon Buscema (dibujo)


Editorial Planeta deAgostini
Formato: libro cartoné, 800 páginas, b/n
Fecha de publicación: enero 2011
P.V.P. 45€

Por primera vez en la historia, se recoge en un solo volumen toda la saga de Conan y Bêlit editada originalmente durante los años 70 entre los números 58 y 100 de la mítica colección Conan The Barbarian. Además, para completar todas las apariciones de la pirata, y también por primera vez, se incluyen los tres números publicados en la revista Conan The Savage donde Conan y Bêlit viven una aventura basada nada menos que en los relatos de Edgar Allan Poe y H. P. Lovercraft.

La mejor etapa del más famoso personaje de Robert E. Howard: 800 páginas cargadas de épica, romance, espada y brujería, donde Conan comparte protagonismo con la que sin duda fue el gran amor de su vida: la salvaje pirata Bêlit, capitana de los fieros corsarios negros y reina de la costa negra. Una saga inolvidable narrada por Roy Thomas, John Buscema y Ernie Chan editada originalmente durante los años 70 entre los números 58 y 100 de la mítica colección en la cima de sus respectivas carreras. Sencillamente, la edición más cuidada y completa hasta la fecha de la que sin duda es la mejor saga jamás narrada del cimmerio.


Gil Pupila. El integral. Vol. 4
de Maurice Tillieux (guión y dibujo) y Gos (dibujo)


Editorial Planeta deAgostini
Formato: libro cartoné, 240 páginas, color
Fecha de publicación: 20/01/11
P.V.P. 23€

«Tomo que recoge las cuatro últimas aventuras de este atrevido e indespeinable detective privado francés. La peculiaridad de esta entrega final radica en que Tillieux no es el dibujante de los tres primeros títulos (‘Diamantes a granel’, ‘Gil Pupila contra los fantasmas’ y ‘Tras la pista de un 33 revoluciones’), pero sí el guionista. Sus múltiples obligaciones profesionales le impedían hacer el trabajo completo, pero él no deseaba, en modo alguno, que Gil Pupila dejase de publicarse. El último título, ‘Entre dos aguas’, es muy especial ya que el autor, después de las tres experiencias anteriores como guionista, decidió retomar toda la obra por sí mismo y comenzó a preparar la nueva entrega que, a la postre, cerraría la serie. Cuando llevaba escritas y dibujadas 17 paginas, en un viaje automovilístico sufrió un accidente que le costó la vida.» (Herme Cerezo)


Okko nº 6: El Ciclo del Aire II
de Hub


Editorial Rossell
Formato: álbum cartoné, 48 páginas, color
Fecha de publicación: 05/01/11
P.V.P. 16,50€

Okko, el ronin sin amo, está a la cabeza de un pequeño grupo de cazadores de demonios compuesto por Noburo, singular gigante que oculta su identidad tras una máscara roja, el monje Noshin, bonzo lunático que goza de la facultad de invocar y comunicarse con las fuerzas de la naturaleza, y gran aficionado al sake, y también Tikku, a quien Noshin enseña los misterios de su arte.

Dado por muerto tras un terrible duelo, el cuerpo de Okko yace por tierra mientras los vientos celestes se levantan y comienza la estación de los capullos kamikazes... Sus compañeros sólo piensan en una cosa : vengar a su maestro, a su amigo. Pero,¿qué esperanzas tienen de vencer a esa máquina de matar, a aquel terrible cazador de demonios que responde al nombre de Kubban Kiritsu?


Él, ¿quién si no?
de Oscar Martín


Ominiky Ediciones
Formato: rústica con solapas, 64 páginas, color
Fecha de publicación: 07/01/11
P.V.P. 10,00€

Humor, ironía, sarcasmo y burla dentro de una historia de detectives con claras influencias de serie negra.
Él fue creado para publicarse en el blog de su creador. Este personaje está constantemente enfrentado a su autor y se rebela ante lo que el considera una explotación laboral , y un abuso de poder. Al mismo tiempo que somos testigos de ese enfrentamiento se introducen en el argumento numerosos guiños al mundo de los TBOS.


La isla del tesoro
de David Chauvel (guión) y Fred Simon (dibujo)


SM Editorial
Formato: rústica, 140 páginas, color
Fecha de publicación: 28/01/11
P.V.P. 14,95€

Estupenda adaptación del clásico universal de Stevenson, que deleitará a los seguidores de las buenas historias de piratas.
La vida de Jim Hawkins da una vuelta el día que un viejo pirata colérico se instala en el Almirante Benbow, el hostal de su familia. Hacen amistad, pero el viejo lobo de mar muere poco después. Entonces Jim descubre, en el cofre del marinero, un mapa que conduce a un tesoro, el del famoso capitán Flint.


--Cine / Animación--

778, El cantar de Roldán
(778, La chanson de Roland)


Barton Films (Francia, España - 2010)
Dirigida por Olivier Van der Zee
Género: Documental histórico
Duración: 56 min.
Fecha de estreno: 28/01/10
Todos los públicos


Millones de personas por toda Europa han estudiado en la escuela secundaria La Chanson de Roland, que constituye una pieza esencial de nuestra herencia cultural común. Pero 1200 años después de las aventuras que allí se cuentan, ¿qué hubo de cierto? Este largometraje - documental investiga sobre los hechos históricos que se relatan en el cantar de gesta, por medio de cuatro ejes narrativos principales:

• El relato del guionista y director Olivier van der Zee, tras descubrir en el País Vasco una placa en homenaje a los soldados vascos que derrotaron al Emperador Carlomagno, contradiciendo lo que él aprendió de niño: que un ejército de 400.000 sarracenos aniquiló su retaguardia comandada por Roland.

• La recreación histórica de la Campaña del Ejército de Carlomagno del año 778 para la toma pacífica de Zaragoza, cuyos gobernantes habían solicitado su protección ante el Emirato de Córdoba, siguiendo a un soldado anónimo de la infantería carolingia.

• Las prospecciones arqueológicas en los lugares donde pudo producirse el ataque, tratando de encontrar evidencias que permitan determinar el escenario real de aquella emboscada conocida como Batalla de Roncesvalles.

• Los testimonios de expertos en historia, arqueología, geografía local, ...


Y en alquiler/venta DVD y Blue-ray...













El aprendiz de brujo
Disponible desde: 03/01/11
Ver ficha técnica y sinopsis

Centurión
Disponible desde: 20/01/11
Ver ficha técnica y sinopsis


--Juegos--


Aventuras en la Marca del Este
(1ª Edición)

Categoría: juego de rol
Desarrollado por A. J. Manzanedo y Manu Sáez
Edición y reglas en español
Redistribución 2ª tirada: 26/12/10
P.V.P.: 29,95€
Web oficial



Contenido:

La caja de Aventuras en la Marca del Este viene completa con los siguientes elementos: un reglamento con casi 150 páginas (incluyendo bestiario y dos aventuras completas), una pantalla del Narrador, un juego de dados poliédricos opacos (7 unidades) y una lápiz personalizado con el logo de la Marca.

Bienvenidos a la Marca del Este, un mundo rebosante de aventuras, personajes de leyenda, monstruos, oscuras mazmorras, inexpugnables fortalezas y magia poderosa.

Inspirada en el mejor juego de rol de fantasía jamás creado, esta caja es una poderosa herramienta que, con la ayuda de vuestra imaginación, os permitirá vivir innumerables aventuras sin moveros de casa. Aventuras en la Marca del Este es un juego de rol a la vieja usanza, cuando todo era más simple y divertido. Así que ya sabes, joven aventurero, afila tu espada, apresta tu escudo y comprueba tu mochila, pues un mundo lleno de aventuras aguarda tu llegada dentro de esta caja roja... ¿a qué esperas para explorarlo?


Taura: Lands of Alchemy

Categoría: juego de rol
Tauradk y Nosolorol Ediciones
Creado por Juan F. Donoso y Héctor Pardo
Ilustrado por R. Cornejo, M. Maínez y N. Tenorio
Edición y reglas en español
Publicación: 13/12/10
P.V.P.: 29,99€
Web oficial


Contenido:

Manual de 320 páginas, editado en rústica, con portada a color e interior en blanco y negro.

Taura es un completo y original juego de rol ambientado en un mundo de fantasía oscura renacentista en el que la alquimia tiene gran importancia, con un sistema de juego rápido y equilibrado así como detalladas y realistas reglas de duelo.

El libro ha sido documentado por la Asociación Española de Esgrima Antigua.

Adéntrate en los dominios de la alquimia y descubre un sistema de juego y ambientación dentro de un mundo inédito y con carisma, que esconde unas sociedades que olvidaron su pasado y viven ahogadas en la corrupción y la decadencia, un mundo en el que nada es lo que parece y que se enrosca en torno a un intrincado hilo argumental que te atrapará con sus giros y revelaciones. Olvídate de los cánones y las mismas fórmulas de siempre, de los típicos elementos del bien y del mal, descubre un universo lleno de posibilidades y unas normas que redefinen la libertad.

domingo, 16 de enero de 2011

Tutankhamón: la tumba y sus tesoros



Mi proverbial costumbre de dejar las cosas para última hora no me ha impedido esta vez acudir durante las vacaciones de las pasadas fiestas a esta exposición que nos ha acompañado desde hace unos cuantos meses. En el momento de publicar esta fotoreseña, 'Tutankhamón: la tumba y sus tesoros' hace las maletas y abandona Madrid (después de haber pasado por Barcelona, si no me equivoco) rumbo a Dublín. Me hubiera gustado recomendarla con tiempo para avisar a quienes no la hayáis visitado que lo hicierais sin demora. Demasiado tarde para eso... pero al menos quiero dejar testimonio aquí de la entretenida y absorbente tarde que pasé viéndola. La entrada no era precisamente barata; de hecho, es de las más subidas de precio que me he encontrado en este tipo de eventos: 18€ el pase normal, salvo los lunes (día en que aproveché para ir) a 10€. Más caro de lo normal, desde luego, pero sin duda también unos euros que pueden darse por bien empleados.

Antes de abordar el resumen de esta magnífica exposición es preciso destacar un rasgo fundamental de la misma: se compone íntegramente de copias, no de originales. Las exposiciones que se realizan hoy día a base de copias son muy discutidas. Hay gente que afirma -y no digo que les falte razón- que no es lo mismo contemplar una imitación, por más que ésta sea perfecta, que su original. Que se pierde la magia, la sensación de estar observando un objeto único en el mundo que se muestra a tus ojos posiblemente sólo en ese momento de tu vida. Bien, aunque el argumento es totalmente defendible, creo que tampoco hay que tomarlo como una verdad absoluta que nos impida disfrutar y aprender al mismo tiempo mediante otros modos más abiertos. Y si me preguntáis por mi opinión personal en este sentido, la verdad es que esa tarde la pasé casi como si me hubiera trasladado al mismo Egipto. El único valor que le puede restar el uso de réplicas a una muestra así, es el meramente patrimonial de las piezas; incalculable, por supuesto, pues sus originales son auténticos tesoros con mayúsculas, pero que no le quita un ápice de interés al fondo de la visita, cuyo valor didáctico en todo caso es incuestionable. Por lo demás, valga para convencer a cualquiera que aún guarde recelos de este tipo de montaje cultural, por llamarlo de alguna forma, que ha recibido toda clase de halagos y agradecidas críticas de los especialistas: Un proyecto que transpira 'pasión por el antiguo Egipto', verdadero viaje en el tiempo 'involucrado en el contenido' que 'consigue un ambiente que estimula la imaginación' y con el que 'pocas veces nos veremos tan entusiasmados' ante un espectáculo que nos dejará 'deslumbrados por tanta belleza'. Suscribo las palabras de estos señores. El puñado de fotos que he seleccionado para este artículo no acreditan con suficiente fuerza la espectacular fidelidad que las imitaciones creadas guardan con las obras auténticas.

Antesala introductoria. Expositores sobre el Egipto antiguo cobijan el escenario en el que se levanta la mítica piedra de Rosetta y una estatua de Tutankhamón.

Pero pasemos ya propiamente al recorrido de la exposición, dividido en cuatro grandes bloques. Tras recoger en la consigna la audioguía que nos servirá durante toda la visita (el clásico sistema del panel numérico que nos indica que sobre esa pieza o materia podemos escuchar una explicación detallada) nos adentramos en una gran sala rectangular que podría simular la planta de un templo o de un hipogeo egipcio. Obviamente, todo gira en torno a la figura del famoso faraón Tutankhamón, el Egipto de su época y su efímero reinado. Según avance el itinerario, iré dejando datos sobre su vida y la historia del periodo, pero no pretendo hacer aquí un resumen en profundidad de este célebre personaje; primero porque -aunque el tema me parece apasionante- no soy por desgracia un entendido de egiptología, y segundo porque sin duda encontraréis biografías mucho más formales en la red que pueden despejar los detalles.

Sólo como introducción rápida decir que, pese a tratarse de uno de los faraones más representativos, no se puede considerar que Tutankhamón se destacara especialmente por los logros de su reinado. Perteneciente a la conocida XVIII dinastía e hijo de Amenofis IV (rebautizado como Ajenatón), su muerte prematura a los 18-20 años de edad no le permitió llegar a hacer grandes cosas, más allá de restaurar el antiguo panteón egipcio, suprimido por su iconoclasta padre que centró el culto religioso en Atón, olvidando al resto de los dioses. ¿Por qué, entonces, tanta atracción ya en tiempos modernos por Tutankhamón? Probablemente la fascinante historia del descubrimiento de su tumba y lo revelador para el conocimiento de la historia de Egipto gracias a lo que en ella se encontró tenga mucho que ver, otorgándole una popularidad que no consiguió en vida. Este hallazgo fue posible gracias a la laboriosa obra del arqueólogo inglés Howard Carter (1874-1939) y su equipo, de quien también se ocupan los organizadores de la exposición.

Genealogía de la XVIII Dinastía, de la que Tutankhamón es el último miembro de sangre real.

Esta primera parte se compone sobre todo de paneles informativos cuya intención es aportar datos de introducción al visitante sobre el Egipto de la XVIII dinastía (1.550-1.295 a.C.), de la que podemos leer una cronología completa y un cuadro genealógico, así como sobre el emplazamiento arqueológico en el que se sitúa la tumba, en el Valle de los Reyes, de cara a orientarnos geográficamente para lo que vamos a ver en las siguientes salas. Está coronada por una estatua algo atípica del propio Tutankhamón (aunque las inscripciones que lo identificaban fueran toscamente borradas por su sucesor, el general Horemheb) así como una copia de la también muy famosa Piedra Rosetta (cuyo original ya pude ver en el British Museum) y una maqueta a escala del conjunto funerario. Una amplia cartela nos narra igualmente los principales detalles biográficos sobre Howard Carter y Lord Carnarvon, artífices -uno por aportar el trabajo de campo y otro la financiación- del hallazgo de la tumba.

Mapa del Valle de los Reyes, conjunto funerario por excelencia de Egipto, donde se señala la ubicación de la pequeña tumba de Tutankhamón.

Por grupos, pasamos al siguiente apartado de la exposición. En este caso se centra en presentarnos dos proyecciones audiovisuales en salas contiguas. En la primera, tras la hilera de bustos que representa a la familia de Tutankhamón, las pantallas nos describen el Egipto que habría de heredar el joven faraón (realmente el último de sangre real en la dinastía). Breve síntesis sobre la situación política, social y religiosa que dejó Amenofis IV o Ajenatón (implantación del monoteísmo basado en Atón, traslado de la capital a Amarna, etc.) y lo que se conoce del reinado del propio Tutankhamón: sus orígenes un tanto imprecisos (se supone que su madre fue Nefertiti, pero no se puede asegurar con certeza), su matrimonio con Anjesenamón, la vuelta a la normalidad desmantelando los cambios ejercidos por su padre y regresando a Tebas, o su prematura muerte (1325 a.C.) por causas no esclarecidas del todo hasta muy recientemente, gracias a la aplicación de sofisticados métodos sobre sus restos.

El segundo documento toma el testigo temporal y nos traslada hasta el siglo XX para explicarnos los precedentes al tardío descubrimiento de la tumba. Como si fuera un diario, averiguamos la pasión desde niño de Howard Carter por el Egipto de los faraones, donde se trasladó en cuanto su habilidad con el dibujo le permitió hacerse ayudante de los investigadores que por entonces trabajaban en el Valle de los Reyes, pues esas dotes resultaban muy útiles para catalogar gráficamente los objetos que se iban encontrando. Tras unos años en los que la mala suerte le llevó a ganarse la vida como simple guía en los yacimientos, obtuvo el patrocinio del excéntrico Lord Carnarvon para materializar una obsesión personal: la búsqueda del enterramiento de un faraón en el que nadie había reparado hasta entonces, pero de cuya existencia él estaba convencido. Tras muchos intentos infructuosos y cuando ya estaba a punto de darlo todo por perdido, el 4 de noviembre de 1922 localiza, por fin, la tumba de Tutankhamón. Al penetrar en ella, iluminado sólo por la trémula luz de una vela, musita asombrado unas pocas palabras ante las impacientes preguntas del Lord: "Veo cosas maravillosas".

Fotografía de Lord Carnarvon y Howard Carter. El aristócrata británico, coleccionista y aficionado a la egiptología, sufragó los costosos trabajos de la búsqueda de Carter durante un periodo de descanso en Egipto que sus médicos le recomendaron tras un accidente automovilístico. Su hija, Lady Evelyn, fue la única mujer presente en la apertura de la cámara.

Este video enlaza perfectamente con la continuación de nuestro recorrido y, como si fuéramos el propio Carter apartando los escombros que ocultan las escaleras de bajada a la tumba, nos sumerge en la parte quizá más apasionante de la exposición: la reconstrucción tridimensional del recinto funerario de Tutankhamón tal como fue hallado aquel día, con su ajuar completo exactamente en la posición en que se lo encontró el arquéologo inglés.

La última morada de Tutankhamon, en el estado en que fue descubierta en 1922.

La intrascendencia del reinado de Tutankhamón, que supuso que su nombre fuera olvidado, y el hecho de que el Valle de los Reyes ya hubiera sido barrido por los arquéologos, no permitieron detectar esta pequeña sepultura -cercana a la de Ramsés VI- cuya relevancia se debe a la conservación prácticamente íntegra de su contenido, pese a los saqueos practicados en la antigüedad, hasta el momento de ser reabierta en la época moderna. Franqueados los escalones que bajan tierra adentro, un pasillo en declive (sellado por sendos muros en ambos extremos, seguramente como medida de seguridad practicada por los mismos sacerdotes que restituyeron las piezas sustraídas durante la profanación que se produjo poco después del ceremonial) desemboca en el recinto en si mismo, compuesto por tan sólo cuatro estancias: antecámara, anexo, la propia cámara funeraria y la sala del tesoro. La razón de que la tumba del renombrado faraón sea de proporciones modestas y esté decorada con sencillez la encontramos en la muerte imprevisible y a tan temprana edad de Tutankhamón, que no debió de permitir habilitar un espacio mejor. Sin duda su sepultura estaba originalmente destinada a algún miembro importante de la corte y hubo que improvisarla como túmulo real.

Cámara mortuoria. Las capillas-relicario, encajadas una dentro de la otra, acogían los sucesivos sarcófagos reales que encerraban la momia de Tutankhamón.

En este apartado están brillantemente reproducidas la antecámara, la cámara mortuoria y el tesoro, con todos los útiles encontrados dispuestos de forma idéntica a su ubicación original, incluso aquellos que quedaron burdamente apilados tras los primitivos robos. Un juego de luces nos va enfocando aquellos objetos sobre los que la audioguía nos informa, no tanto acerca de sus características particulares (aspecto del que se ocupa el último módulo de la exposición) como de las circunstancias de su hallazgo e interpretación por Carter. Especialmente asombrosas resultan la propia cámara funeraria en la que descansaba la momia de Tutankhamón (que impresiona por las dimensiones de las capillas-relicario doradas), la única decorada con pinturas murales, y la pequeña sala del tesoro, defendida por la efigie chacal de Anubis. Sería demasiado largo enumerar la colección compuesta por las posesiones del joven faraón, pero entre su contenido podemos destacar las tres camas con formas animales, dos carros desmontados y multitud de ruedas para estos, preciosos tronos y baldaquinos, las estatuas de centinelas ante el acceso a los sarcófagos sellados, mobiliario de toda clase, vasijas, una profusa pila de maquetas de barcos, variadas telas y vestidos, joyas, armas, una gama de bellos bastones, cofres y arquetas repletos de las más insospechadas maravillas. También las pinturas de la tumba se han simulado para que podamos observarlas a tamaño real. El anexo, en cambio, no se escenifica al tratarse de una estancia menor, llena de un desordenado montón de objetos de uso más doméstico y útiles asociados al ritual de la momificación empleados en el proceso.

Cámara del tesoro. La representación de Anubis sobre un arca protege el contenido de un monumental armario de oro y otros objetos de enorme valor. Al fondo se amontona la flota que el faraón podría emplear para transportarse por los ríos del inframundo.

El bloque final lo ocupa un gran pabellón donde se exhiben separadamente la mayoría de las piezas relevantes para su mejor análisis y comprensión. Es al que más tiempo se destina y del que podemos extraer más información y curiosidades asociados tanto a la vida como a la muerte del malogrado faraón. De entrada a esta sección nos reciben las copias de los enormes receptáculos sucesivos que componían el sepulcro mismo de Tutankhamón. Nada menos que cuatro impresionantes contenedores de madera forrada en oro, más un cuarto de piedra, que resguardaban su viaje al otro mundo. Por si fuera poco, este último contenía a su vez los tres sarcófagos, uno dentro de otro, que cubren los restos mortales en su eterno descanso; el más interno en oro macizo y piedras preciosas albergaba al fin la momia. Pero no queda todo ahí, puesto que el sudario que la envolvía se completaba con la mítica máscara de oro, obra maestra del arte egipcio, que idealizando sus rasgos protegia el rostro del difunto, así como por otras joyas, collares y escarabeos engarzados a los tejidos de la momia con inscripciones de salvaguarda.

Como si de una matrioska rusa se tratara, las capillas acorazadas ejercían la función de último receptáculo y sanctasanctórum de la momia. Las láminas de oro que las cubren llevan inscritos fragmentos del Libro de los Muertos.

Féretro interior de oro, con la mortaja lujosamente adornada del farón.

Detalle de la tapa de oro del sarcófago interior, de 110kg de peso. Obsérvese que sostiene el cayado y el flagelo, símbolos clásicos del poder del faraón, que representan la unión del Alto y Bajo Egipto. Los cristales preciosos de los ojos se echaron a perder debido a la corrosión provocada por los ungüentos empleados en el proceso de momificación.

Máscara funeraria, también de oro, con incrustaciones de fayenza, cuarzo y obsidiana en la collera. Las cabezas del buitre y la cobra sobre la frente defendían el cuerpo del faraón de cualquier tentativa sacrílega. Constituye una pieza única; la principal y más fastuosa del tesoro.

Además de estos increibles elementos diseñados para albergar el cadaver, el visitante también puede estudiar aquí con atención la casi totalidad del enorme conjunto de enseres que componían su ajuar funerario, separados en estantes y vitrinas con información en sus correspondientes placas de texto. Como las imágenes trasmiten mucho mejor que las palabras, en lugar de enumerarlos os dejo con algunas fotografías de las piezas más sobresalientes de este enorme set de ultratumba. Sí me gustaría resaltar antes, en cambio, algunas que capturaron especialmente mi interés debido a su valor emotivo, que humanizan la figura de Tutankhamón por encima de aquellas dedicadas a engrandecer su gloria. Entre estas piezas de carácter personal que le debieron ser muy queridas al joven faraón, encontramos algunos instrumentos musicales y útiles de pintura, así como una especie de juegos de mesa que seguramente le servirían, tanto a él como su esposa, de distracción cotidiana. Aunque sin duda las más conmovedoras son el mechón de cabello de su abuela Tiye, por la que sentía un gran afecto, y los pequeños sarcófagos de sus hijos. En efecto, si bien Tutankhamón murió sin descendencia (lo cual precipitó el fin de la dinastía) tuvo dos hijos que no pasaron de la etapa de gestación, el primero, y de los momentos posteriores al parto, el siguiente. Quienes dispusieron la tumba del faraón quisieron que los restos mortales de ambos le acompañaran en su último viaje.

Estatuíllas doradas de madera, personificación de los dioses egipcios que intervenían en el ritual de paso al inframundo. Según éste, el difunto debía superar una serie de pruebas de las que las deidades eran jueces. Tutankhamón superó todas ellas, ganándose así el acceso al más allá. Estaban guardadas en arcas negras, selladas con resina, dispersas por la cámara del tesoro.

Espectacular capilla dorada (al fondo) rodeada por cuatro diosas protectoras y decorada con un friso de cobras sagradas. Dentro se hallaba la arqueta de alabastro (delante) que alojaba los vasos canopos, con las vísceras del faraón, sostenida sobre un trineo.

Los Ushebtis (los que responden), servidores de ultratumba que atendían las necesidades diarias del faraón en su postrera existencia del más allá. Se localizaron más de 400 de estas figurillas dentro de la tumba.

Carro diseñado para la guerra, pero más probablemente utilizado por el faraón para practicar la cacería por el desierto (uno de sus deportes favoritos) en ausencia de conflictos bélicos importantes durante su reinado. Se cree que la fatal caída en una de esas jornadas de caza tuvo la culpa de las heridas que le acarrearon la muerte.

Bellísimo trono en madera recubierto de oro, apropiado para la juvenil estatura del faraón. El respaldo representa una escena de Tutankhamón y su esposa Anjesenamón, en tanto que el reposapies simboliza motivos de los enemigos de Egipto en señal de sometimiento.

Pequeños féretros pertenecientes a los hijos de Tutankhamón. Otro más de tamaño minúsculo custodiaba un fardo de lino con el mechón trenzado de Tiye.

Tableros del juego Senet, del que no ha trascendido su funcionamiento. Los lados están adornados con motivos florales y jeroglíficos. Poseían pequeños cajones para guardar las piezas de marfil.

Un segundo trono, ante el cual se observa el famoso busto en madera policromada, revestido con yeso, de Tutankhamón. Su interior se utilizaba para guardar joyas y algunas prendas, como podrían ser las trabajadas sandalias o las fundas de oro para los dedos de los pies que también pueden verse en este módulo.

Un sector de esta sala se ocupa también de barajar las hipótesis sobre las causas del fallecimiento de Tutankhamón. Durante mucho tiempo se sospechó que podía haber sido asesinado (tal vez por una confabulación de su visir Ay y del general Horemheb, que tomaron las riendas del poder en el país) o que sucumbió a alguna enfermedad; acaso la malaria, especialmente virulenta en aquel periodo. Sin embargo, investigaciones recientes parecen demostrar que probablemente todo tuviera origen en un accidente (tal vez una caída) que le costó una grave fractura, la cual le provocó una infección que le condujo a la muerte. Un panel en esta sección nos muestra incluso, gracias a la tomografía computerizada de su momia, cuál podría haber sido el aspecto físico del faraón a la edad de su defunción.


Quería comentar, terminando ya, que la exposición no hace grandes concesiones a la clásica maldición de Tutankhamón que supuestamente recayó sobre aquellos que perturbaron su reposo. Esta leyenda, presumiblemente fomentada entre otros por el propio Carter para evitar la intromisión de saqueadores y curiosos, no tiene en realidad fundamento alguno que induzca a pensar algo más lejos que un cúmulo de desgraciadas casualidades, que se han tratado de relacionar de manera inconsistente. No olvidemos que el propio Howard Carter, quien en base a dicha maldición hubiera tenido que ser el primero en caer fulminado por la cólera del faraón, murió de forma natural a los 65 años de edad.

Para abandonar la sala, cruzamos un pasillo jalonado por fotografías en blanco y negro tomadas por el propio equipo de trabajo sobre la tumba para reflejar el arduo proceso de recuperación del tesoro. Llegamos así a la consabida tienda (en donde adquirí el catálogo oficial de la exposición) y la salida, dejando atrás las dos horas y media de este fabuloso recorrido por el Egipto de Tutankhamón.

Sin duda debe ser mucho más satisfactorio contemplar los originales de todas estas obras maravillosas en el Museo del Cairo, a la sombra de las pirámides, pero para mí ha resultado muy gratificante asistir a un verdadero espectáculo visual cuya finalidad es sacar a relucir estos tesoros de hace más de 3000 años y ponerlos al alcance del público. Ya llegará el día -espero- que tenga la oportunidad de visitarlos en su lugar de origen, en la ancestral tierra del Nilo.

lunes, 10 de enero de 2011

El Continente de Môm (I): Corazón negro


Como ya dejé ver en su momento cuando hablé por aquí de Orn (una de las series de aventuras que actualmente sigo con mayor interés), el día que Quim Bou decidió incluir entre su producción artística el cómic de fantasía, podemos afirmar que el género enmarcó en un sitio destacado el nombre de este autor catalán, cada vez más en boca de los aficionados en virtud de los reconocimientos recibidos y, sobre todo, por su tenaz y constante labor profesional. La versatilidad que le caracteriza le ha permitido, no obstante, desenvolverse con éxito también en otras vertientes, como el terror o las temáticas cotidianas (por ejemplo El lobo Mateyo y Haciendo café respectivamente, por mencionar aquellas que he leído de él) e incluso el histórico (Serrallonga). Pero es en el campo de la fantasía donde se diría que se encuentra como en casa, como atestigua el trabajo que hoy día más tiempo le ocupa, gracias a que le permite crear sus propias reglas y explayarse en los detalles.

De Orn no puedo más que expresar buenas palabras (y si hay alguien que aún no conozca las sensacionales andanzas del perro mercenario, le recomiendo que le eche un vistazo al enlace de arriba). Una colección que, estoy convencido, le va a colocar entre los autores que más han contribuido a la fantasía en este país. Con cuatro números en el mercado, sentado el antecedente de la miniserie Dos Espadas, su Historia Universal (de la que ya no debería tardar en salir el quinto volumen) se está consagrando como uno de los grandes exponentes del género a nivel nacional que -por fortuna con una periodicidad más o menos regular- va desarrollando un estupendo relato-río con el que nos tiene enganchados a muchos, no sólo por la capacidad épica que contiene sino también por la gran cantidad de valores dignos de reflexión que nos ofrece en cada entrega, protagonizada por unos muy humanos animales antropomórficos. Pero antes de que Orn asomase su hocico, ése debut en el mundo fantástico que antes he mencionado se produjo por medio de sus historietas ambientadas en El Continente de Môm.

El Continente de Môm es el lugar que Quim Bou utiliza para presentarnos un conjunto de series limitadas que mantienen como nexo común este universo imaginario, caracterizado por un tono más oscuro y hostil que el del optimista trasfondo de Orn. En este entorno más cercano a la espada y brujería (aunque su autor prefiere calificarlo bajo la etiqueta de 'aventura fantástica') no faltan elementos comunes como la típica variedad de razas que lo pueblan, los sangrientos conflictos bélicos o la magia, pero la habilidad de Bou como autor completo, el ardor que imbuye a sus personajes o la construcción de una trama inteligente y adictiva, conceden a estos pequeños relatos una perspectiva claramente diferenciadora, al margen de las influencias de las que se nutre, con Howard y Tolkien a partes iguales según él mismo reconoce.


Hasta la fecha, las aventuras aparecidas bajo el epígrafe de El Continente de Môm cronológicamente serían las siguientes: las dos miniseries Corazón negro y Oro rojo, los números únicos Ser rey y El mes del dragón y, más recientemente, el álbum La isla de la mano, su última incursión en el ciclo, a la vista del cual comprobamos que sigue siendo un mundo fantástico muy vivo y al que su autor no duda en recurrir en tanto que tenga una buena historia que contarnos. Es importante señalar que, además, ha previsto que no exista ninguna necesidad de leerlas en un orden concreto, al ser independientes unas de otras, teniendo sólo el mismo escenario como referencia común.

Hoy que querido ocuparme de Corazón negro; su ópera prima en tierras de Môm: una serie autoconclusiva de cuatro comic-books originalmente publicada por Dude y rescatada hace unos años en un volumen recopilatorio por Dolmen. Creo haber leído que Quim manifestó no sentirse demasiado satisfecho de ella y hasta un cierto sonrojo al volver la vista, tras un tiempo, sobre su trazo para este trabajo. Teniendo en cuenta que fueron sus primeros pasos en un campo nuevo para él, creo que los defectos que podamos encontrarle son totalmente disculpables en atención al buen ritmo narrativo y a los claros indicios que se aprecian del comienzo de su talento gráfico. Lo que realmente importa, tema aparte de que el acabado de sus líneas estuviera menos pulido entonces o de cuestiones anatómicas en el dibujo de sus personajes, es la coherencia en el guión, la manera de transmitir al lector de una forma cómplice y sincera con un trabajo bien preparado que goza de personalidad propia.


Corazón negro nos cuenta la historia, entre heroica y gamberra, de Quil y Det, dos rufianes de tres al cuarto que malviven en tierras de Môm a base de servicios de espada, robos y empresas de dudosa honestidad (algo que no debe extrañarnos de un mundo donde la miseria, el asesinato o la búsqueda del interés propio son cosa del día a día). El primero pertenece a la vilipendiada especie de los fieros elfos amarillos o del dragón, siempre enrolados en causas beligerantes, traiciones y cambios de bando en función de su provecho. El segundo a la casta humana de oscura piel procedente del país de Udan, formada por robustos guerreros entregados a conquistas. De esta pareja tan singular integrada por el escurridizo elfo y su fortachón camarada negro surge una unión en la que el odio predomina en igual grado que la necesidad mutua.


Un día Det y Quil reciben el encargo de robar una valiosísima gema mágica de manos del Mago Negro -a la que se conoce como el corazón negro. No se lo piensan dos veces, así que protegidos por lo que les han asegurado que se trata de un conjuro para no delatar su presencia, consiguen entrar en su castillo y arrebatarle la joya al viejo. Para cubrirse las espaldas en la huída, secuestran además a la nieta del anciano brujo que, a falta de un nombre mejor, apodan Muda, pues la muchacha es incapaz de nacimiento de pronunciar palabra. Todo parece ir sobre ruedas cuando la impaciencia del vehemente Quil acarrea la separación del dúo. Mientras éste se entrega a borracheras y se pasea por los prostíbulos de la ciudad de Mathalon en espera de cobrar el botín del reciente robo, Det trata de mantener la calma y localizar a su compañero antes de que les meta a ambos en problemas, sin dejar mientras de proteger a Muda.

Pero los dos pillos ya están en busca y captura por los secuaces del brujo. Por otra parte, su misión les ha metido de lleno sin quererlo en la conspiración que envuelve a los condes de Mathalon y la vecina Natloch, así como en el duelo iniciado entre el Mago Negro y su discípulo Osypodes por la codiciada gema; un enfrentamiento en el que juegan un papel más importante del que ellos mismos creen y que afectará a su destino de un modo irreparable.


Con un guión perfectamente planificado que va descubriéndonos giros y sorpresas poco a poco, la naturaleza burlona de los protagonistas ameniza esta historieta de la que es difícil interrumpir su lectura hasta llegar a un final digno de las clásicas y entrañables aventuras de perdedores. El dibujo que la acompaña representa una puesta en escena fiel que evidencia la evolución del autor a lo largo de estos años y al mismo tiempo consigue que, al cerrar sus páginas, nos hayamos encariñado de la peculiar gestualización de sus personajes en este primer paseo por Môm.

La edición que yo he leído (hace ya bastante tiempo, pues esta era una reseña que tenía pendiente) es la de Dude Comics: en cifras; cuatro grapas, divididos en diez capítulos y un epílogo, que conforman un total de 96 páginas en blanco y negro (todas las aventuras de El Continente de Môm, a excepción de 'La isla de la mano', lo son). Sus contraportadas están salpicadas de datos e ilustraciones acerca de razas, lugares, costumbres, curiosidades y tradiciones que Quim va dejando para enriquecer nuestro conocimiento de este mundo ficticio. Un material que siempre es agradable encontrar y que entiendo que el volumen único de Dolmen, de 112 páginas, habrá recuperado para la ocasión integrándolo como material adicional.

Este es un buen tebeo que si tenéis la oportunidad os animo que leáis, al mismo tiempo que os emplazo a próximas reseñas de otras aventuras en El Continente de Môm.
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