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domingo, 20 de julio de 2014

Harry Dresden I: Tormenta


Conocida mi predilección por los magos, entenderéis que me haya dado por echar un vistazo a  la obra más famosa, tan de boca en boca ultimamente, del escritor americano Jim Butcher, que ya ha colocado en las librerías nada menos que 15 entregas de esta serie englobada en la urban fantasy con un toque siniestro. Aunque de Butcher también hemos podido ver publicada por aquí otra saga de fantasía (Codex Alera, en la colección RBA Fantástica) de corte más clásico, es sin duda el personaje de Harry Dresden quien le ha catapultado a la fama y a las listas de los más vendidos en EE.UU.

La clave del éxito la tiene el propio señor Harry Blackstone Copperfield Dresden, que como ya habréis adivinado, sobre todo aquellos versados en el mundillo de la magia, recoge los patronímicos de algunos de los más célebres practicantes del arte de lo arcano. Un tipo singular que se dedica a resolver casos con una ayudita de los poderes esotéricos que le han venido dados de nacimiento. Porque Harry es justamente eso: una mezcla de detective privado y de mago a sueldo. Un personaje con gancho, resuelto, a veces cínico, cuyas aventuras combinan con equilibrio la emoción, el relato tenebroso y un punto de humor que le va muy bien a la serie y que su público ha asimilado enseguida.

Lógicamente este primer volumen del que hoy hablamos, que lleva por título Tormenta (Storm Front, 2000), es una introducción general tanto a la serie como al personaje, del que muy pronto se intuye que se enriquecerá gracias a un amplio desarrollo durante los tomos siguientes que componen la colección, abierta hasta la fecha. No pretendo desvelar gran cosa sobre el argumento de esta entrega preliminar, porque realmente se limita a contarnos una historia muy de pasar el rato, sin más, aunque ciertamente entretenida.


Nos situamos en la ciudad de Chicago, donde la inmensa mayoría de la población permanece ignorante y totalmente al margen de las fuerzas de carácter místico que a menudo se desatan en su entorno, así como de hallarse rodeados de más gente capaz de ejercitar tales poderes de lo que nunca hubieran imaginado. Dresden es un investigador privado con aires de alegre y resignado perdedor que colabora ocasionalmente con el departamento de la policia local, más concretamente con la sección de 'investigaciones especiales'; un cajón de sastre para sucesos de difícil explicación que recae sobre los esforzados hombros de la teniente Murphy. Para llevar a cabo sus averiguaciones, Harry se relaciona con los bajos fondos del lugar: el gangster de turno y su red mafiosa, la proxeneta encerrada en su lujosa mansión bajo cuya voluptuosa figura se oculta una de las más temibles vampiresas, los parroquianos del bar, regentado por el sobrio ventero Mac, donde acostumbran a reunirse aquellos que flirtean con los secretos de la magia, etc.

En esta aventura inicial (que, como digo, no es nada del otro jueves, pero sí que contiene los suficientes ingredientes para engancharnos pronto a la historia), un peligroso individuo está profanando las reglas de la magia y violando el código ético del oficio al cometer una serie de brutales asesinatos rituales. Harry Dresden debe ayudar a la policia a encontrarlo cuanto antes. Mientras recaba pistas para este insólito sumario, se le mete por medio el encargo de buscar a un aficionado a la magia cuya mujer denuncia su repentina desaparición. También debe indagar acerca de los extraños efectos de una droga de moda, denominada el Tercer Ojo, que está causando estragos y provoca alteraciones psíquicas muy similares a las que supone entrometerse en el espacio de lo sobrenatural. Pero lo que empieza siendo un trabajo de rutina acaba convirtiéndose en una misión en la que el destino personal del propio Harry corre un serio peligro.

Siendo una serie que se apoya firmemente sobre la figura de su protagonista, que incluso cede su nombre para denominar al conjunto de la obra, veamos un poco más sobre quién es este Harry Dresden. No puede negarse que se trata de un personaje bien construido y que se hace simpático al lector desde las primeras páginas, de ahí la notoriedad de sus novelas. Pero que quede claro: cualquier parecido con su tocayo, el también mago Potter, es pura coincidencia. Aparte del nombre de pila y de sus inclinaciones arcanas, la creación de Butcher no podría tener menos en común con la de Rowling.


Harry posee una personalidad desenfadada, algo macarra, y el carácter solitario propio de un marginado. Su perfil es el del clásico antihéroe al que, a pesar de su mala fortuna, las cosas acaban saliéndole bien. Casi siempre está sin blanca y, en sus propias palabras, atravesando por una mala racha. Aunque luce un aspecto un tanto desaliñado y es un desastre con las mujeres (en casa sólo le guarda la ausencia un gato con malas pulgas), ejerce una extraña atracción para las féminas a su alrededor, como la irritable agente Karrin Murphy o Susan Rodríguez, periodista del Arcano, un panfleto sensacionalista que se hace eco de todos los fenómenos paranormales que se producen en la ciudad. Y si a Sherlock le definen su pipa, su violín o su gabán, esta versión postmoderna de detective no podía ser menos, contanto entre algunos de sus objetos más preciados el sucio guardapolvos que viste, un pentáculo colgado al cuello —herencia de su madre— o una calavera parlante, que le ayuda en la preparación de pociones y toda clase de brebajes, oculta en el sótano de su destartalado apartamento, además de los clásicos bastón y cetro mágicos que usa como catalizadores, entre otros cachivaches. Además conduce un ruinoso escarabajo que se avería cada dos por tres, aunque la verdad es que todo aparato eléctrico o mecánico que toca Harry tiende a estropearse, como él mismo reconoce.

Hasta donde he leído gracias a este primer tomo, la magia de Dresden no es que sea muy efectista ni espectacular; casi se diría que las descripciones escatiman un poco estos recursos para no perder la visión de fantasía contemporánea, entiendo. De cuando en cuando nuestro protagonista suelta algún que otro latinajo de resultados demoledores, aunque no suele ir más allá de acciones de telequinesis u ondas expansivas que basan su fuerza en el fuego o en el viento. También recurre ocasionalmente a la invocación de seres feéricos para que acudan en su ayuda (en este relato, por ejemplo, de un duende llamado Pito con cierta predilección por la pizza como recompensa por sus servicios). En fin, ya véis que tampoco debe uno tomarse demasiado en serio las historias de este mago sobre el asfalto de la gran ciudad, porque la nota de humor está claramente presente.

La narración contiene frecuentes referencias al pasado del personaje que, es de suponer, se irán aclarando a lo largo de una serie tan extensa, como las alusiones a sus progenitores: el padre (un sencillo prestidigitador ambulante sin las facultades innatas que le han sido conferidas a su vástago), la madre (quien sí parece haber tenido verdaderas capacidades mágicas) o sus mentores. Alguno de estos últimos se volvió en un momento dado contra el alumno, provocando un enfrentamiento que le ha costado a Harry la constante vigilancia del Consejo Blanco y de Morgan, un implacable y adusto vigilante de sus actos, siempre suspicaz de los embrollos en los que se embarca el detective-mago, enviado por el Consejo para asegurarse así de que no transgrede ninguna de las leyes elementales. Estamos, en fin, ante una mezcla actual de la contundencia descreída de Geralt de Rivia y el aura de misticismo que envolvería a una Penny Dreadful del s.XXI (apreciación ésta puramente subjetiva, que conste).

Me he tomado este comienzo de Harry Dresden como lo que pienso que realmente es: literatura fantástica de evasión. La prosa de Jim Butcher no es precisamente un ejemplo de virtuosismo narrativo, pero sin duda la forma y el tono de relatar los acontecimientos engancha y entretiene como ella sola. Hay que decir en su favor que no lleva a engaño; que se trata de una lectura resultona, carente de grandes pretensiones más allá de hacernos pasar un buen rato, y muy influenciada por un estilo que roza la vena cinematográfica (desconozco si el autor tiene alguna relación profesional con la industria). La serie goza de un tono oscuro que no ensombrece un claro sentido del humor —más bien de la ironía— sobre todo por la manera que tiene Dresden de relatar sus calamidades cotidianas (la narración es en primera persona) al ir avanzando en sus investigaciones.

Además de las novelas, existe una adaptación televisiva de SciFi Channel, que no debió de tener demasiada audiencia pues fue prematuramente cancelada, así como una versión en cómic y hasta un juego de rol propio. Y es que entre los norteamericanos ha sido todo un fenómeno de ventas con una auténtica legión de seguidores. Yo creo que ese notorio éxito obedece principalmente a la versatilidad del personaje y a que sus historias son de fácil lectura. Pero no todo lector encaja bien la interposición de la fantasía en un entorno realista (yo mismo rara vez le encuentro la gracia a esa combinación), así que debe tenerse en cuenta que puede no ser del gusto de cualquier asiduo al género.

Me habían recomendado muy efusivamente los libros de Harry Dresden y lo cierto es que, sin ser una colección digna de grandes elogios, sobre todo desde el punto de vista del nivel literario, admito que se trata de una lectura amena y adictiva, perfecta para llevar en el ebook camino del trabajo. También podemos tirar de las ediciones en rústica mediante las que lo está publicando La Factoria de Ideas (de momento han llegado al volumen nº 13 en la fecha presente), afectada por una traducción quizá no del todo fina, o bien en la versión más económica de DeBolsillo. Continuaré leyendo las aventuras del bueno de Harry, ya que además de entretenidas no tienden a ser novelas excesivamente largas (Tormenta, de la que dicen es la más floja de todas, cuenta con sólo 320 páginas). Una primera entrega que no llega al notable, pero que al menos se le acerca lo suficiente para que tenga las ganas y la intención de darle un voto de confianza a la serie.

Calificación:

lunes, 7 de julio de 2014

Mix de cine fantástico y de ciencia ficción (II)

Se me ha quedado pendiente los comentarios de un montón de películas vistas durante estos últimos meses, a las que apenas he dedicado una triste mención. Así que, dado que la falta de tiempo no me permite escribir una reseña en profundidad de cada una de ellas, vamos con un nuevo mix en un intento de ir poniéndome de nuevo al día poco a poco.


PROMETHEUS
(Prometheus)
20th Century Fox (EE.UU. - 2012)
Dirigida por Ridley Scott
Género: Acción, Terror, Ciencia ficción
Reparto: Noomi Rapace, Michael Fassbender, Charlize Theron, Idris Elba, Guy Pearce, Logan Marshall-Green, Sean Harris
Duración: 2h. 04min.
No recomendada a menores de 12 años
Se estrenó en: agosto de 2012

La anunciada precuela de Alien, el 8º pasajero supuso una de cal y otra de arena. La expedición de científicos de la nave Prometheus en busca de la vida alienígena que supuestamente originó nuestra propia existencia, deriva en un desarrollo argumental muy similar a la mítica cinta del 79 con la que Ridley Scott pretende enriquecer su famosa franquicia. Es decir, misión espacial, llegada a un planeta hostil, aparición de monstruo y escabechina de tripulantes. Eso no es un problema, porque el planteamiento de Prometheus es sumamente interesante aunque siga el patrón de siempre de la saga. Y, si bien es una película menos 'terrorífica' que el film original, esboza las suficientes cuestiones para que uno piense que se van a resolver los interrogantes abiertos en el pasado (¿o debería decir el futuro?) Por desgracia, no ocurre así: el guión divaga en exceso y conceptualmente no está todo lo bien llevada que sería deseable, por no mencionar los múltiples momentos WTF que te sacan de la historia.

Que la doctora Shaw no es la teniente Ripley está claro, sin embargo Noomi Rapace se desenvuelve en un papel que nos regala algunas secuencias que pasarán al imaginario del celuloide de ciencia ficción, como su famosa auto-intervención quirúrgica. No pocas virtudes también se le pueden otorgar a Michael Fassbender en su interpretación del androide David. La Theron, en mi opinión, se excede de fría, pero tiene un pase. Entre ellos cubren las necedades de secundarios como los científicos calavera, también conocidos como los hermanos 'soy geólogo, pero me pierdo en una cueva de la que tengo mapa 3D' y 'soy biólogo y le hago carantoñas a una especie alienígena desconocida'.

Visualmente la cinta es espectacular, con elementos (la nave, los space jockeys, el planeta) y fotogramas impactantes y bien construidos, que salvan la calidad del montaje. Pero en otros aspectos importantes hace aguas: situaciones inverosímiles hasta para este género, personajes sumamente idiotas o, sencillamente, un guión que en cierta medida traiciona el espíritu de Alien. No me entendáis mal, no creo que sea una mala película, pero sin lugar a dudas dista mucho de igualarse de la grandísima obra de la que es una pretendida precuela. Y viniendo de Scott, pues... En fin, la continuación, prevista para 2016.

Calificación:

LOS CROODS
(The Croods)
DreamWorks (EE.UU. - 2012)
Dirigida por Chris Sanders, Kirk De Micco
Género: Animación, Aventuras, Familiar
Reparto (voces V.O.): Nicolas Cage, Ryan Reynolds, Emma Stone
Duración: 1h. 38min.
Apta para todos los públicos
Se estrenó en: marzo de 2013


Un clan de trogloditas sobrevive a los peligros y precariedades de la barbarie prehistórica gracias al exceso de celo y la cautela del sobreprotector cabeza de familia. Pero esa situación está a punto de cambiar el día en el que se derrumba la cueva que constituye su refugio y se ven expuestos a un mundo abierto y lleno de posibilidades.

Los Croods no llega a la altura de joyas de la cantera Dreamworks al estilo de Cómo entrenar a tu dragón, pero se sitúa por encima de la media. No puedo decir que se me hiciera pesada y se deja ver con una sonrisa (tampoco es que el humor destaque excesivamente; clichés y gags relacionados con la evolución, sobre todo). Es curioso que una de las críticas que se le achaca es justamente un guión poco ameno, ya que yo sí la encontré divertida a pesar de que últimamente me aburro con muchas de las películas de animación que llegan a la cartelera (del tipo Río, Monstruos S.A. o Madagascar).

Vale que el argumento puede pecar de previsible, pero también cuenta con la baza de que no existen muchos films animados cuya ambientación sea la Prehistoria, que ahora recuerde (al margen de la saga Ice Age), lo cual le concede un resto de originalidad. En lo que sí puede presumir es de la belleza y el salvaje colorido de sus escenarios; donde se aprecia la buena mano de Sanders en elementos como la fauna y la flora. Como no podía ser de otra forma, la peli incorpora el clásico mensaje moralizante, que en este caso no es otro que el miedo a los cambios y la capacidad para obtener el valor necesario de afrontarlos. No se le puede reprochar, eso sí, que no esté bien interpolado en la trama.

Calificación:

GRAVITY
(Gravity)
Warner Bros. Pictures (Reino Unido, EE.UU. - 2013)
Dirigida por Alfonso Cuarón
Género: Ciencia Ficción
Reparto: Sandra Bullock, George Clooney
Duración: 1h. 30min.
No recomendada a menores de 12 años
Se estrenó en: octubre de 2013


¿Hay un escenario más imponente, y aterrador a la vez, que la vastedad del espacio? La misión de la meticulosa ingeniera Stone, a quien acompaña el veterano astronauta Kowalsky, para reparar la estructura de un satélite en las proximidades de la ISS, se precipita en catástrofe cuando una lluvia de basura estelar destroza la nave, aislándoles por completo de todo contacto con la Tierra. Ante un entorno de semejante ingravidez, las opciones por la supervivencia se reducen en la misma medida que aumenta el pánico y la tensión. Llega la versión 2.0 del «Houston, tenemos un problema».

No lo vamos a negar: estamos ante una de las películas de género del 2013; mención que no queda en lo honorífico, sino a la que respaldan unos cuantos Oscar en su haber. Y es que Gravity logra hacer de la clásica situación contrarreloj una verdadero metraje de tensión digno de morderse las uñas de principio a fin, en un medio escénico que (bendiciones aparte al CGI) no es nada fácil de sostener y hasta con una Bullock —que, por lo general, no es santo de mi devoción— resumiendo muy correctamente la sensación de paranoia en el espacio. Su casi único compañero de reparto (que por esta vez se ha dejado la Nespresso en casa) contribuye igualmente a hacer que nos creamos el inquietante efecto de flotación en ese silencioso vacío de increible fotografía.

Por desgracia, Cuarón (que no se aparta mucho del trasfondo ya planteado en Enterrado - Buried), ha descuidado una enorme cantidad de aspectos que han hecho que los astrónomos se echen las manos a la cabeza (aquí cada uno a su materia, está visto) y que a los legos en la rama científica, por lo general, se nos escapan. De otra parte, el rollo pasado-triste que le imprimen a la protagonista creo que sobraba un poco: bastante papeleta tiene ya ahí arriba para andar metiendo con calzador un drama personal. No, Gravity no es la nueva 2001, Una odisea en el espacio de Kubrick ni tampoco funciona de la misma manera que Apolo XIII. Pero aunque no sea la obra maestra del cine espacial que el hype nos ha vendido, hay que decir que técnicamente es impecable, te mantiene pegado frente a la pantalla y resulta muy entretenida.

Calificación:

LOS JUEGOS DEL HAMBRE: EN LLAMAS
(The Hunger Games: Catching Fire)
Lionsgate (EE.UU. - 2013)
Dirigida por Francis Lawrence
Género: Aventuras, Acción, Ciencia Ficción
Reparto: Jennifer Lawrence, Josh Hutcherson, Liam Hemsworth, Philip Seymour Hoffman, Stanley Tucci, Woody Harrelson
Duración: 2h. 26min.
No recomendada a menores de 12 años
Se estrenó en: noviembre de 2013

Si leisteis el anterior mix de cine ya sabréis que Los Juegos del Hambre, ante unas bajas expectativas, me había sorprendido agradablemente y hasta me pareció resultona y todo. Continuando con la distopía narrada en su primera parte, En Llamas nos presenta el periplo de los ya vencedores Katniss Everdeen y Peeta Mellark en su recorrido por los Distritos, mientras se erigen en ídolos de una rebelión contra el Capitolio que gobierna Panem con puño de hierro (bajo la tutela del Presidente Snow, Donald Sutherland). Su contumacia les lleva a ser reclutados de nuevo para una edición especial del Vasallaje, en un intento de quitarles de en medio antes de que supongan una mayor amenaza.

Flojita segunda entrega de una saga cinematográfica que, honestamente, tampoco es que empezara siendo la panacea del cine fantástico, pero que aportaba cierta frescura a las eternas adaptaciones de lectura pseudo-adolescente. Desde mi punto de vista, el globo se desinfla y mucho. Donde la primera parte resultaba original, esta se limita a ser un rebrote inferior de lo mismo: por la parte de la competición sobre la arena (que, en realidad, es casi lo que el resignado espectador se pasa 45 minutos esperando) me pareció un mero calco en el que únicamente cambiaban los participantes. Y por si fuera poco, para tratarse de un film donde lo más emocionante queda relegado a ver masacrarse unos personajes a los otros durante el famoso torneo, hay muy poquito sentido de la épica.

En su favor: que quizá contiene mayor mensaje y es más arriesgada en ese aspecto. Y que, aparte de la —dicen— gran fidelidad al libro (no los he leído, ni tengo ganas de hacerlo), Jennifer Lawrence conserva el carisma de su personaje y realiza un papel por lo general salvable. Veré la siguiente sólo por resolver el cliffhanger final con el que nos deja esta. Bien como pasatiempo de fin de semana, pero de poco más.

Calificación:

PACIFIC RIM
(Pacific Rim)
Warner Bros. Pictures (EE.UU. - 2013)
Dirigida por Guillermo del Toro
Género: Aventuras, Acción, Ciencia Ficción
Reparto: Charlie Hunnam, Idris Elba, Ron Perlman, Charlie Day, Rinko Kikuchi, Burn Gorman, Diego Klattenhoff
Duración: 2h. 11min.
No recomendada a menores de 12 años
Se estrenó en: agosto de 2013

Del Toro despliega toda la artillería de los efectos especiales para contarnos una historia apocalíptica, donde el destino de la humanidad se debate al compás de los enfrentamientos entre los monstruosos Kaiju (que emergen de las profundidades oceánicas) y los gigantescos Jaegers: robots colosales bajo el control físico y mental de dos tripulantes especializados. El conflicto se inclina en favor de las aterradoras criaturas cuando surge una pareja de pilotos Jaeger dispuestos a evitar el colapso definitivo de la civilización.

Intachablemente buena en el apartado técnico y muy cumplidora con el público al que va dirigida (esto es una peli de robots grandes contra bichos aún más grandes; ni hay más, ni el director pretendía otra cosa), Pacific Rim se trata de una de las cintas más aclamadas del pasado año por el público friki. Con la premisa de la honestidad de fondo por bandera, ha hecho y hará las delicias de los fans de la temática Transformers o Mazinger Z. Mi problema con esta película es precisamente ése: que no me encuentro en el círculo de espectadores de dicha temática, por lo que únicamente me resultó entrenida y ya. No tengo nada que echarle en cara; no hay trampa ni cartón, pero simplemente no es lo mío.

Ahora bien, al margen de que se trate de una proyección donde ya sabemos de antemano que vamos a presenciar hostias a mansalva entre monstruos, tampoco hubiera estado mal encontrar unas interpretaciones algo más decentes (los personajes, olvidables) y, sobre todo, unos diálogos un poco menos sonrojantes (con un fallido sentido del humor en varias secuencias), además de determinados errores de guión. Si te la crees y disfrutas con el diseño visual de este tipo de subgénero, te encantará. Personalmente, prefiero quedarme con otras obras de su director tales como El Laberinto del Fauno.

Calificación:

EL MÉDICO
(The Physician)
DeA Planeta Home Ent. (Alemania - 2013)
Dirigida por Philipp Stölzl
Género: Aventuras, Histórico
Reparto: Tom Payne, Ben Kingsley, Stellan Skarsgård, Olivier Martinez, Emma Rigby, Michael Jibson
Duración: 2h. 30min.
No recomendada a menores de 12 años
Se estrenó en: diciembre de 2013

Ha tardado lo suyo, pero finalmente uno de los best-sellers más sonados de todos los tiempos tiene su adaptación para la gran pantalla. Basado en la novela homónima de Noah Gordon, este film de origen alemán (que cuenta con un grande como Ben Kingsley en su reparto) narra la vida de un huérfano inglés que halla en las circunstancias personales de su niñez una verdadera vocación a la ciencia de la medicina. Tras servir al típico barbero charlatán y sacamuelas que va de pueblo en pueblo, decide emprender viaje hacia Oriente, donde acabará siendo discípulo nada menos que del mismo Avicena y presenciará acontecimientos únicos que sacuden al mundo de la época.

Aventuras, romance, alguna que otra batalla, choque de civilizaciones... Un poco de aquí y de allá, siempre con la apasionante disciplina de la medicina como telón de fondo y la percepción que se tenía de ella durante el periodo medieval, lo que hace que la película pueda presumir de buena atmósfera, bonita fotografía y el adecuado respeto histórico del marco cultural cristiano e islámico de entonces. Para ser el protagonista, sin embargo, Tom Payne carece del carisma que requiere su personaje. Suerte que tiene a su lado a un Kingsley que salva un desenlace quizá demasiado condescendiente.

La verdad es que esta versión de la célebre novela es un producto estupendamente rodado, que cuida los detalles de la filmación y trata de seguir en cierta medida la obra en la que se basa. Además, las actuaciones de secundarios son correctas y el trasfondo histórico guarda hasta cierto punto la coherencia y el realismo debidos. Sólo le veo una pega, pero bastante grave: aburre. Se hace demasiado larga y densa. El libro es también extenso, cierto, pero parece que la película no mantiene el interesante pulso narrativo del escritor. Da la sensación de que se podría haber hecho mucho más, que no alcanza los objetivos marcados y se queda, por tanto, en intento de superproducción.

Calificación:

ARRUGAS
(Arrugas)
Perro Verde Films (España- 2011)
Dirigida por Ignacio Ferreras
Género: Drama, Animación
Reparto (voces): Álvaro Cervantes, Tacho González, Álvaro Guevara, Mabel Rivera
Duración: 1h. 29min.
Apta para todos los públicos
Se estrenó en: enero de 2012

Y terminamos ya este popurrí cinéfilo, saliéndome de la ficción, con una adaptación más —la del excelente cómic de Paco Roca— que por una vez no desmerece en absoluto a la obra original. El tratamiento cercano que el dibujante hace de una de las enfermedades más crueles que existen, el Alzheimer, encuentra en el largometraje animado de Ignacio Ferreras un perfecto traspaso al medio. La historia de Emilio, consciente de su progresiva demencia senil cuando asume la reclusión en un geriátrico por su familia, nos recuerda una realidad terriblemente dura de nuestro tiempo, pero que está tratada con una sensibilidad y delicadeza muy especial, sin caer en absoluto en el melodrama facilón.

Todo el proceso que vive Emilio, su amistad con Miguel (hay que decir que ese acento argentino es un buen añadido del film), las experiencias con el resto de los pacientes, etc. consiguen un efecto que, pienso, tal vez no habría funcionado igual si en vez de adoptar este formato se hubiese optado por actores de carne y hueso. Lo que demuestra que la animación 2D, aun con sus pequeños defectos (vale, técnicamente no es una Ghibli) no está muerta, sino que, como siempre, cuando hay detrás un buen guión el resto de aspectos son accesorios. Ese es el caso de Arrugas, con dos Goya y mención especial en el Festival de Annecy entre otras distinciones.

Aunque el guión no se atasque en la tragedia, no lo necesita para llegarnos muy dentro, con momentos que conmueven al límite de la lágrima (inolvidable secuencia en las nubes de Dolores y Modesto) acompasados por una hermosa banda sonora. Este enfoque lleno de emotiva ternura no es obstáculo para algún que otro toque cómico, como la disparatada escena del gimnasio. Se trata, en definitiva, de una versión fidelísima y totalmente recomendable de su fuente gráfica (ojo, no estoy diciendo con esto que no os leais el cómic). Y recordad que, con suerte, algún día todos nos haremos viejos.

Calificación:

Ver también Mix de cine fantástico y de ciencia ficción (I)
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