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viernes, 26 de diciembre de 2014

Crónica del XVII Expocómic de Madrid


Antes de finalizar el año toca hacer el consabido balance de lo que ha resultado mi visita a esta pasada edición del Expocómic, que tuvo lugar un par de semanas atrás. En esta ocasión no ha sido para mí ni de lejos tan productiva como la convocatoria del año anterior, cuando pude destinar tiempo para ir todos los días de celebración del evento, acudir a multitud de sesiones de firmas y realizar cantidad de compras.

A cierre de la edición actual, las cifras según la organización son bastante optimistas: ha aumentado el número de visitantes, se estima en más de 100 los autores presentes que han estado firmando y algunas editoriales han hecho su agosto gracias a las numerosas ventas al público en los stands presentes. No pongo en duda que la evolución del festival vaya en auge y que este año haya motivos para felicitarse por ello. Sin embargo, tampoco puedo evitar que me sorprendan las conclusiones por parte de los coordinadores del acto.

Spirou y Fantasio estaban allí mismo. Después de todo, serán unos de
los grandes protagonistas en nuestra escena editorial para 2015


Para empezar, la edición de 2014 ha visto limitado el número de días dedicados a su desarrollo a 3 (en las anteriores, desde que llevo acudiendo a Expocómic, eran 4). Es cierto que la jornada inaugural de los jueves nunca había dado mucho de sí, quedando mayoritariamente como día de presentación que contaba con pocos visitantes, sobre todo excursiones de colegios o gente que podía permitirse un día laboral y entre semana para aparecer por allí. No obstante, es una pena que se haya recortado su periodo de duración. Por otra parte, si bien el Pabellon de Cristal de la Casa de Campo vuelve a ser el afortunado recinto donde recoger el evento comiquero, esta vez ha contado únicamente con una planta —y no dos, como el año previo— donde se han montado la totalidad de los stands, el escenario y los espacios lúdicos habituales. Esto no ha supuesto en modo alguno hacinamiento, ya que sigue resultando bastante cómodo el lugar para moverse y acceder a las diferentes áreas, pero de nuevo es un hecho que me llama la atención. Probablemente motivado, dicho sea de paso, por la ausencia de importantes editoriales que esta vez no contaban con representación, como ECC, Panini o Planeta. Además (y sé que siempre me repito en esto), persiste la ausencia de más nombres internacionales entre los autores presentes. Por si fuera poco, la coincidencia en fechas con el Salón del Cómic de Zaragoza —por segundo año consecutivo— tampoco facilitaba las cosas, que digamos

El mismo editorial del director de Expocómic en el catálogo de este año hacía pensar que pueda haber faltado apoyo institucional y que la todavía presente crisis le siga pasando factura a un acto cultural de este tipo. Entonces, ¿por qué esa euforia tras la clausura de este último certamen? Yo creo, y esto es una impresión personal (pero que he comprobado que comparto con otros aficionados al género), que todo se debe simplemente a la cada vez mayor conexión del cómic con el público en general y el aumento de sus lectores en tiempos actuales, por suerte para todos, lo que supone que estos fenómenos cada vez reúnan a un mayor número de gente y que mejora progresivamente su imagen global.

Un trío de feos orcos haciendo de las suyas entre los visitantes del Salón

En fin, reflexiones aparte, debo admitir que siempre es agradable pasarse aunque sólo sea un ratito, como este año (en la sesión del sábado por la tarde, para ser más exactos), por la cita anual con Expocómic. La presente edición ha estado dedicada a la figura de la mujer en el mundo del cómic; temática que ha tenido su reflejo tanto en el cartel oficial realizado por Teresa Valero como en la exposición consagrada a esta autora, junto a otras cuantas muestras que también giraban en torno a la presencia femenina en el medio gráfico.


Aunque la verdad es que la exposición de este año que más me ha gustado fue la tenía por fin homenajear al personaje de Flash Gordon, y así podíamos encontrar numerosas planchas donde multitud de autores nacionales aportaban su visión particular sobre el mítico héroe del cómic creado hace 80 años por Alex Raymond. A lo largo de este artículo podéis observar las fotografías de algunas ilustraciones, como las realizadas por Carlos Giménez, Rubén Pellejero, Alfonso Azpiri, Jordi Bayarri, David Rubín, Pedro Delgado, Kenny Ruiz o Tirso Cons, entre otros muchos.


Caminando entre los pasillos y sin dejar de sorprenderme por el nivel cada vez más alto del que hacen gala los cosplayers o de la creciente comparecencia de talleres de autores noveles y de fanzineros, me dediqué a hacer alguna que otra compra a lo largo de los stands que se repartían por todo el pabellón (aunque la mayoría de adquisiciones ya las traía de fuera del recinto, la verdad). Y a pesar de que, debido a mi corta estancia, no pude llegar a tiempo para  varias sesiones de firmas que me interesaban, como la de Josep Busquet en Dibbuks/Dolmen, de Mateo Guerrero para Norma, o la de Émile Bravo para Ponent Mon, sí que conseguí una de las dedicatorias que, como bien sabéis los que habéis leído mis resúmenes de años atrás, nunca puede faltar...

Me estoy refiriendo a la imprescindible firma de Pedro Camello, que acaba de publicar una nueva obra largo tiempo esperada por el que suscribe: Guido el Negro, Destino de Sangre, y que no tardaré en reseñar por aquí (como hice en su día con el tomo anterior). Además, sus lectores estamos de doble enhorabuena porque también ha salido a la venta el comic-book de Julián, personaje de Cruz Negra, con lo que se amplía la panorámica de la estupenda serie ambientada en el medievo español de la que Pedro Camello y Gol, éste último también presente en el stand de Aleta, sacaron un doble volumen. Aquí podéis ver su rúbrica en mis ejemplares. No puedo por menos también que agradecer a Pedro el detalle de obsequiarme su tebeo sobre Martín Álvarez, que ha realizado para la sección cultural de la Junta de Extremadura, así como el trato siempre cordial de ambos autores.


Como digo, no pude asistir a más sesiones de dedicatorias, ya que sólo fui esa tarde y no disponía de más tiempo para hacer colas prolongadas en el escenario o en stands que contaban con enorme afluencia, como el de Norma, donde Juan Díaz Canales dedicaba álbumes de Blacksad (ganador del premio a Mejor Guionista Nacional de esta edición, del mismo modo que la quinta entrega de la serie, Amarillo, ha resultado galardonada como Mejor Obra Nacional). Otra vez será... Y a pesar de mi fugaz paso por este Expocómic, me ha dado la oportunidad, al igual que otros años, de poner cara a gente conocida de la blogosfera con la que siempre es un placer toparse deambulando por allí o mientras uno hace espera para las firmas. Esta vez, y de la manera más casual, ha sido el compañero Santiago, del estupendo blog Caballero de Castilla, a quien me encontré mientras ambos aguardábamos la cola frente al puesto de Aleta. Tras saludarnos, ambos nos fuimos tan contentos con sendas dedicatorias de Pedro y de Gol. Echad un vistazo a su propia crónica anual de este Expocómic, ya que aporta muchos más detalles sobre todos los aspectos que ofrecía esta 17ª edición que un servidor.


Ya para terminar, aquí veis mi pesca de los cómics obtenidos esta vez (no tan abultada como la del 2013, pero nada desdeñable) entre compras y regalos dentro del propio salón. ¡Espero que nos volvamos a ver las caras el próximo año, Expocómic!

4 comentarios:

Pardi dijo...


Hola Jolan. Yo también he ido Más tranquilo que otros años pero lo importante es disfrutar del ambiente. Yo siento seguir sin coincidir contigo... Otro año le diré a Pedro que cuando te firme avisen por megafonía.
Aunque no publique casi, sigo con los cómics leyendo lo que puedo y dedicando el poco tiempo que tengo.
Felices fiestas y Feliz Año.... A por el 2015!!!!!

Santiago Bobillo dijo...

No te preocupes, que seguro que el año que viene tienes más suerte y puedes acudir más tiempo, que de lo mejorcito de estos eventos es poder estar con autores y conocidos de otras ediciones.

Y lo dicho, un placer haber podido echar un rato contigo.

Jolan dijo...

Sin duda, Pardi: hay ediciones más movidas y otras más relajadas, pero al final se pasa siempre un buen rato por allí. ¡Algún año tendremos que coincidir! Y a ver si para 2015 te vemos más activo en tu blog. ;)

Hola Santiago.
Pues sí, lo que cuenta sobre todo, al margen de las compras y actividades, es poder contactar con autores y conocidos. También para mí un placer y ahora que nos hemos puesto cara, seguro que volveremos a encontrarnos en futuras ediciones.

¡Saludos!

Anna dijo...

Buena crónica y buenas compras, Jolan. Algún día tengo que leer "Guido el Negro" y "Cruz Negra", porque siempre hablas muy bien de ellos. Espero que disfrutes con todas estas lecturas :)

¡Feliz año nuevo!

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